viernes, 16 de noviembre de 2007

Tendencias de la última década en la sociedad chilena

Valores y tendencias que presiden los procesos de socialización de la época postmoderna.
Es indudable una afirmación, acaecida hace mucho tiempo en mi primer curso de sociología: La realidad es una construcción social, hecha a partir de sucesivos procesos de socialización. Luego, a partir de esto, pues resulta fácil deducir que una cultura determinada(poseedora de valores y tendencias propias), poseerá un proceso de socialización a través del cual sus valores, tendencias, etc., puedan ser fijados colectivamente en la mente de los individuos que componen la comunidad, a la cual dicha cultura se encuentra adscrita….Así pues, a lo largo de la historia, se puede analizar un momento espacio temporal, y descubrir entonces los procesos, valores, etc., que están presentes en una comunidad; en este caso, la cultura capitalista y los efectos sociológicos asociados e ella.

En la cultura capitalista (en la cual vivimos actualmente,) en un análisis superficial, se puede determinar que “el valor de cada objeto, comportamiento o idea, depende de su valor en el mercado” (Giddens 1993). Todas las interacciones, son en esencia, intercambios, en donde casi todo es válido, en instancias donde los avances tecnológicos permiten que confianza y riesgo, oportunidad y peligro permeen todos los aspectos de la vida cotidiana, reflejando una vez más, la extraordinaria interpolación de lo local y lo global.

No obstante esta tendencia a lo global, pereciera ser que la sociedad enfrenta la etapa más egoísta de la historia. En la sociedad neoliberal se fomenta la individualización como separación, diferenciación y competitividad, no como promoción de la identidad individual basada en la independencia intelectual, legitimándose, con el paso del tiempo, una forma de vida de ley de la selva, en done maquiavélicamente hablando, el fin justifica los medios. Se traslada entonces uno de los ejes valorativos más inherentes al ser humano: pasamos del ser al tener. Puédese decir, resumiendo lo anterior que Vivimos la fase conformista de la historia moderna, pues bajo la apariencia de libertad individual todos recibimos pasivamente el único sentido que el sistema nos propone e impone de hecho: el teleconsumo.

De esta cultura neoliberal, es también característica la obsesión por la eficiencia como objetivo prioritario en la vida social que aparece ante la comunidad como sinónimo de calidad. La obsesión por la eficiencia se desliga incluso de la calidad de resultados, primando la rentabilidad sobre la productividad.(Gil Calvo, 1993), hecho que también ha alcanzado finalmente a la educación, en donde se exigen resultados sorprendentes, muchas veces sin considerarse las condiciones de trabajo…Sin embargo, en educación los fines no justifican los medios; los medios didácticos no son indiferentes.: os procesos educativos, cuanto más ricos en interesantes son, mas imprevisibles se vuelven los resultados. L a evaluación rigurosa y objetiva de los resultados inmediatos y observables en educación no logra detectar sino una mínima parte de los efectos reales de los procesos educativos, dándose el caso de muchos intentos de reforma en Chile, en donde, la nula consideración del contexto, de los individuos, condujo, dada la obsesión por el estándar de calidad exigido por el mercado, al fracaso sonoro de muchos proyectos reformistas, estancados hasta la actualidad. Quizás, sería adecuado replantearse las medidas y dejar de observar, mercantilmente hablando, la sección de resultados, e implementar nuevas variantes, basadas esta vez, en el diálogo y la calma del debate….

La obsesión por la eficiencia y eficacia ha conducido también a una cantidad impresión ante de conocimiento científico, conocimiento que, dada nuestra poca autonomía intelectual, avanza demasiado rápido para su total comprensión y asimilación. Así, es impensable negar la Importancia trascendental de la información como fuente de riqueza y poder. El problema, ahora bien, radica en un hecho sencillo: los sujetos no son capaces de procesar la información, produciéndose entonces la pesadilla actual de la sobreinformación. ÉSTA conduce a la mera acumulación sin estructurar en esquemas de pensamiento. Así La importancia de la información para la participación que tanta relevancia concede a la educación de la comunidad puede suponer un factor más de discriminación e incluso de exclusión de los grupos más desfavorecidos, hecho inherente a la economía de libre mercado…

Es también observable en esta cultura a primacía de la cultura de la apariencia; las exigencias confunden cada vez más profundamente el ser con el parecer, siendo difícil percibir y analizar críticamente el sentido de los mensajes y la finalidad de los influjos. Inapelablemente, a vida de los individuos se convierte en una continua actuación: la satisfacción se encuentra seriamente comprometida al situarse en objetos o estados efímeros y superficiales que solo se poseen por su valor de cambio. La carrera loca por tener conduce inevitablemente a la insatisfacción del ser, hecho ratificado en un número creciente de comportamientos psicopático, suicidios etc.

A pesar de todo lo negativo que he descrito , entre la angustia de vivir la contradicción y la arbitrariedad, y la disolución personal de aceptar la indiferencia, se encuentra la posibilidad de buscar la coherencia personal y social, siempre renovable con uno mismo, con los componentes del grupo cercano y la comunidad más general, hecho que nos concierne profundamente como educadores: nuestra es la responsabilidad de forjar el respeto, la tolerancia, la autonomía intelectual , la convivencia y el respeto social…apoyando las iniciativas de nuestros estudiantes, en la medida de lo posible… Esta compleja, sutil y omnipresente cultura social penetra tanto las costumbres grupales como el interés, expectativas, rendimientos y formas de comportamiento de los individuos que interactúan en la escuela. Por ello es imprescindible la identificación de su influencia para facilitar el desarrollo autónomo de los sujetos…, y evitar todo aquello que nos aleja de nuestra naturaleza colectiva y social. No basta con cuestionar la realidad social, debemos aplicar las reformas a través de nuestras personas, para que nuestros alumnos vean que no todo es como lo ven a diario en el mundo exterior: si nos lo proponemos como docentes, podemos forjar conciencia social, a través de nuestras acciones, actitudes, etc., no sólo con la crítica, sino también con la acción….

Así, (y para concluir) comparto las palabras del autor: “En el collage indiferente de la cultura e ideología social postmoderna, es una fuente de esperanza la existencia de movimientos alternativos que resisten el huracán de la rentabilidad y presentan iniciativas, opciones y compromisos, provisión ales, parciales y experimentales que rompen la false indiferencia del eclecticismo acrítico y amoral, se pronuncian a favor de valores y de procedimientos para argumentar y decidir los acuerdos que la comunidad debe adoptar para facilitar la supervivencia y la satisfacción de todos y nos llaman contantemente a participar en los debates, las decisiones y las acciones.” Y pido, que como futuros docentes, guiemos a nuestros alumnos, para que no caigan en los principales problemas que atacan nuestra humanidad en el modo de vida capitalista neoliberal. No se trata de que todo sea malo, sino de corregir las perversiones que, como humanos, siempre estamos propensos a crear en una doctrina, hecho resumido en la sigte. Afirmación: “ninguna doctrina, es en esencia; maligna, sólo que los hombres pervierten los ideales originales…..”Y entonces, como humanos, también podemos reparar aquellas falencias que atacan nuestro diario vivir…

sábado, 3 de noviembre de 2007

Reformas educacionales de los años 90's

El sistema educacional chileno ha manifestado una evolución considerable desde el tiempo de la dictadura militar, en donde se implementaron medidas de cambio autoritarias e ineficaces, hasta hoy en día, en tiempos de una democracia que procura dejar atrás esa página de la historia y finalmente afiatarse con la reconciliación de los chilenos. Un sistema educacional que se inicia a partir de 1990, el cual conlleva una estructura organizacional, políticas y que obviamente genera resultados que revelan la puesta en marcha de este ambicioso proyecto-país el cual justifica y/o argumenta todo su accionar en lograr la ansiada paridad entre calidad y equidad en la educación chilena. Claramente para lograr tan ambicioso sueño se requiere tanto de recursos humanos como económicos, y de una serie de pasos, que hasta ahora arrojan resultados contradictorios, respecto de las intenciones originales de los gobiernos.


Este sistema (actualmente) tiene una estructura de ocho años de educación básica obligatorios para alumnos entre 6 y 13 años de edad. Estos son seguidos de cuatro años de educación media obligatorios, manteniéndose la división tradicional entre educación general y técnico-profesional, a partir de un currículum diferenciado que se implementa en 2 medio. Posteriormente, la educación continúa en instituciones de du8cacion superior, de las cuales existen tres tipos: Universidades, Institutos profesionales, Centros de formación técnica. La estructura que gobierna a estas instituciones es la LOCE (ley orgánica constitucional de educación) aprobada en las ultimas horas de la dictadura militar. Cabe destacar que, no obstante las numerosas reformas implementadas la decisión estratégica de no revertir el proceso de municipalización ni cambiar el modelo y mecanismos de financiamiento establecidos en 1981, quizás entrampan el funcionamiento adecuado de las mismas, constituyéndose, la municipalización, según varios autores, en el obstáculo principal de desarrollo local de la educación, debido a la disparidad, dificultades de gestión, y problemas asociados al realizar una comparación entre, por ejemplo, la municipalidad de Santiago, y la municipalidad de El Carmen. Otros autores culpan también de la desigualdad, a la LOCE, bajo la afirmación de que la educación ahora posee fines de lucro, desarrollándose una competencia feroz, en donde la educación pública tiene la mayor opción de perder…lo que nos trae de regreso al análisis y crítica de las reformas implementadas…no creen?

Partiendo de esta premisa, hemos de analizar primeramente dichas reformas antes de cuestionarlas, en sus ejes principales. Así, a partir de 1990, la influencia de Internet, etc., involucraba un nuevo desafío, y por ende un nuevo currículum. Fue así que se decidió implementar un cambio radical en educación que todos conocemos como “la Reforma”.
Esta dimensión exhibe una economía política compleja, o la más políticamente mediada de las tres dimensiones de la política

A) cambio del paradigma ordenador de las políticas de estado subsidiario a estado promotor
B) visión nacional sobre la alta prioridad de la educación ,el marco de acuerdos y baja conflictividad que acompaña y define las políticas del periodo, configuración que tiene su hito clave en la comisión nacional de modernización convocada por el presidente de la republica en 1994
C) el crecimiento sostenido del gasto de educación
D) las leyes definitorias del estatuto de los docentes
Intervenciones dirigidas a mejorar la calidad y equidad de los aprendizajes
Políticas directamente referidas a la calidad de los aprendizajes, obligatorias para el conjunto del sistema y tocan aspectos estructurales

Todo este conjunto de cambios ha traído consigo un número importante de resultados., tales como:
Acceso y cobertura
Deserción
Mejoramiento de la base de recursos para el aprendizaje
Asistencia social (alimentación, salud escolar y a través del JUNAEB)
Cambios en las prácticas docentes
el docente con relación a sus pares y las actividades extra curriculares
relaciones sociales y de trabajo con los alumnos
enseñanza a) Procesos de transición y mezcla
b) Practicas innovadoras y tradicionales
c) Prácticas de transición
d) Mayor actividad de los alumnos que en el pasado, cercanía en las relaciones de estos con sus maestros, y variedad y riqueza en el uso de recursos de aprendizaje, pero el conjunto adolece de foco en el logro de los objetivos de aprendizaje.
Tendencia de incremento en los promedios nacionales
Distribución social de los aprendizajes exhibe una estructura altamente estratificada e in-equitativa.

No obstante, a pesar de estos logros particulares, nuestra educación demuestra una tendencia preocupante en torno a una baja sostenida de la calidad: Al parecer, procesos como la capacitación de docentes, no están resultando debidamente, y el gigantesco presupuesto fiscal destinado a educación no logra el despegue necesario, demostrándose que “mientras las bases para un nuevo sistema escolar estaban ahora implementadas, las experiencias de aprendizaje están lejos de lo que requiere en una sociedad crecientemente integrada”.

Mucho se ha dicho acerca de la poca creatividad del chileno, aludiéndose a la jocosa comparación de términos como LOCE con LOGSE, de las similitudes copy and paste entre la reforma española y la nuestra, pero, lo cierto es una cosa: los cosas n0o están resultando. Con ello, a los futuros docentes se nos coloca en una peligrosa encrucijada, en donde un sistema que busca soluciones, exige como premio resultados, sin cuestionarse políticamente el hecho de que quizás lo que se necesite sean más pasos de reforma. Así, cuando he realizado críticas anteriormente, no he dicho que todo esté mal, sino sólo que corrijamos en aquello en que estamos mal encaminados, porque se han obtenido buenos resultados, y para corregir aquello en que el país ha fallado, quizás necesario hacer una reevaluación, un nuevo compromiso, y empezar a corregir aquello que no funciona, en vez de insistir con el mismo discurso que dicho sea de paso, está comprobado que no funciona adecuadamente. Puede, que sólo así logremos, en vez de una buena educación, aquella de calidad que tanto ansiamos los chilenos.