viernes, 24 de agosto de 2007

Evaluación y calidad

La evaluación es un fenómeno que permite elucidar todas nuestras concepciones sobre educación. Más que un proceso de naturaleza técnica e inocua, ésta es una actividad plagada de dimensiones psicológicas socales y morales. Como profesores, deberemos actuar en un contexto que condiciona nuestra práctica evaluativo, estando condicionados por disposiciones legales que la inspiran y regulan. Además, nuestra forma de hacer evaluación está supervisada por diversos agentes, y al mismo tiempo sometida a presiones de todo tipo por parte del propio sistema educativo, familia y los propios alumnos.

La evaluación se realiza con unos condicionantes determinados, como el tiempo, las personas, el entorno social y las exigencias mínimas que se nos piden cumplir como docentes, condicionantes que a veces nos hacen sopesar los distintos métodos conocidos y optar la mayoría de las veces por cortar por lo sano” razón por la cual los resultados y el aprendizaje como proceso pierden relación, resultando todo ello en desmedro del alumno. Así, la forma de practicar la evaluación potencia o debilita un tipo de operaciones intelectuales, según sea el papel que desempeña la evaluación dentro del currículo. De esta forma, según Doyle, 1979, la estructura de ideas está muy vinculada a la naturaleza del fenómeno evaluador…

No obstante “el análisis de la evaluación no puede realizarse sin una referencia directa a la acción educativa y al concepto de aprendizaje que resulta de ella… Sería aconsejable, pues empezar por examinar las tesis planteadas, para luego en un segundo momento, considerar nuevas prácticas de evaluación que estarían en mejores condiciones de responder a cada una de las opciones pedagógicas”(Bèlair, 2000:13).Desde luego, la evaluación, no puede sustentarse sin teoría, porque todos de alguna forma con nuestras acciones modificamos mentes y con ello construimos diversas realidades a graves de lo que experimentaremos con nuestros alumnos en las aulas de clase…siendo esta retroalimentación recíproca. Dicho de otra forma, todas las concepciones, las actitudes y los principios del profesional conducen a una práctica evaluadora determinada. A su vez, la práctica permite descubrir las concepciones, las actitudes y los principios que la sustentan.

Así, la forma de entender y practicar la evaluación permite deducir cuales son las teoría y comportamientos sobre los cuales nuestros métodos se sustentan. De esta forma, la manera de evaluar, revela, por ejemplo, nuestra concepción sobre la naturaleza de la inteligencia, sobre el proceso en sí de enseñanza/aprendizaje, en cuanto al concepto de que es enseñar y aprender, es mas, sobre la naturaleza misma de nuestra profesión, etc., todo ello acarreando diversos comportamientos, como por ejemplo el acto de etiquetar a los alumnos en base a su clase, etc., todos estos vicios que de a poco impactan en la vida de los alumnos, produciendo un comportamiento tenso en la vida escolar..


Cabe destacar que en el contexto de nuestra realidad educativa, los nuevos métodos deben ajustarse de tal forma, que en recombinación con los antiguos permitan obtener el máximo aprendizaje por parte de nuestros alumnos. Chile está en un proceso de cambio y Reforma, estrepitoso hasta el momento, porque se han hecho mejoras en casi todas las áreas del proceso educativo, excepto en la parte evaluativo, que en este instante no se ajusta al perfil de los nuevos estudiantes. Todos los vicios de nuestra educación se basan en la ausencia de la simbiosis entre la teoría y la práctica, a la no consideración multidimensional del proceso evaluativo, entre otras cosas. Nuestra práctica docente puede mejorar la realidad educativa, y pensándolo desde otro ángulo, cambiar la imagen, a veces desalmada que tienen loa alumnos del profesor y por ende, del proceso de enseñanza. Quizás sea preciso para ello mejorar la práctica, siendo preciso poner en tela de juicio las prácticas evaluadoras conocidas (evaluación como medición, por ejemplo), mejorando la intencionalidad de las preguntas procurando desarrollar la investigación, etc., en fin, redireccionando la práctica, quizás logremos la tan ansiada calidad internacional para nuestra educación.